lunes, 26 de julio de 2010

Monólogo: "Sin guantes blancos"

Me agarra una nube en la cabeza. Como si fuera un panal de abejas entero buscando las llaves para salir. Y el corazón… me arde, levemente, como si estuviera sentado en una parrilla. Y no lo soporto. Quiero que cese, que se disuelva en un té y que me deje tranquilo.

Quiero paz, no tengo paz. Necesito paz porque te juro que no doy mmás.

Hay momentos en donde quisiera que me corten la cabeza. No sé porqué la cabeza… O que me arranquen el corazón, pero seguiría con la cabeza… Seguiría gris y no sé para qué carajo uno quisiera estar gris. Si me cortan la cabeza:

Por ahí puedo hacer todo mal, porque dejaría de ser una persona y podría ser un animal. Entregarme a la cualquier cosa absoluta, a todos mis impulsos a la vez, sanos e insanos… Y mi cabeza no sufriría la insalubridad de ninguno de mis actos. No habría quién me pueda señalar y correría en cuatro patas por todos lados hasta que me caguen a tiros como si fuera un perro sarnoso o con rabia. Y ahí sí, dolor puro pero apagándose.

Como si sólo pudiera apagarse en eso… En una muerte o en un abrazo, beso y amor de alguien que de verdad. Que en serio, que sin estructuras ni trampolines teóricos o profesionalies… Me entienda.

Sin guantes blancos, que me acaricien el corazón, el de verdad: viscoso y así y todo como es.
El que late, no el de dibujitos animados.

domingo, 25 de julio de 2010

sábado, 24 de julio de 2010

Clonazepan

Mirá. Ahora voy a hablar yo, te voy a contestar ¿Está bien? Por ahí no sea justo, maduro, lindo, pero necesito, me toca a mí ¿Ok? No se te ocurra interrumpirme. Y ni se te ocurra responderme, ni se te ocurra interrumpirme. Tengo mucho acá, tengo que imaginar que lo escupo, que lo vomito, no lo aguanto, quema. Me sale como si fuera aliento a vino, vino barato, baratísimo. Escupo (Escupe a los costados) ¿Pero sabés qué!? Ni siquiera, catarsis quiero, un poquito. A lo sumo, un eructo, veneno, catarsis, veneno. Escupo veneno ¿¡EH!? ¿Te asusta? ¿Eso no se te ocurrió no? No ¿Sabés lo que siento!? Una puta idea tenés de lo que siento. Una mierda, una mierda de todos los días. Ahí bien húmeda. Me sobra saliva y mal aliento. Y te lo escupo, te lo estornudo ¿Te parece injusto? Limpiate ¡Limpiate que yo no puedo! a mí me queda acá, en la sangre, me sigue latiendo un rato más, acá ¿ves? (Se palpa el pecho) Acá… Sí, ¿Olés ? Duele. Sí, duele, duele y duele como la concha de la lora.
Da miedo, mucho. Da lágrimas, y ese olor… Lloro ¿me entendés? Olor a muerte, en la nuca. En cualquier momento me puede pasar. En cualquier momento se me hace una ola en la nuca y entro en el medio. Angustia se llama… ¿¡Sabés lo que es la angustia!? Rivotril, eso es: ¡Rivotril! Seguro, sentí, sentí un poquito. (Saca nervioso un blíster de tres pastillas). Acá está ¿Las ves? (Saca una pastilla nervioso). Mirá el paquetito. Mirá cómo sale. Hasta con la mano temblando sale, tan fácil, tan aséptico ¿Así se dice? ¿AsssCéptico? ¿o higiénico? ¿cuál es la palabra? (mira la pastilla) ¿Ves esta que me toca pasar? (se fija la hora), y sí, me toca, es lo que tengo, no lo querés!? (ofrece la pastilla. Habla lento:) ANDATE… A LA RECONCHA… DE TU MADRE. (Se toma la pastilla) Pasa con un poquito de saliva nada más… Muy fácil. Elegante. Ya casi estoy. Ahí estoy ¿Ves? Dame media hora. Dale media hora. Es clonazepán. Te pregunto cómo estás, hablamos de vos, de cómo te sentís, de tus problemitititas. Dame un ratito que me importa un poquito más tus ganas del pelotudito de turno que salió de yoga contento, equilibrado, cerca de sí mismo con ganas de tomarse un té. Ahora no quiero, ahora no puedo, no puedo ¿Entendés? Entendés. Entendés. Pero claro. Por favor, te lo pido… No me vengas con ese tonito de indignada, de que no te cumplo. A mí no me vengas a retar… ¿A retar por qué? ¿Porque me siento para la mierda? ¿Por eso? ¡Disculpame, te pido mil disculpas! Dame veinte minutitos, veinteminutitos a que llegue el clonazepán (se palpa el pecho). No sabés lo que lo siento ¿Ves acá? (Se agarra el sweter en la zona del pecho) Estoy como tomado ¿Viste? Alergia, no sé. No quise estornudarte. Te lo quise compartir ¿Qué pasa? ¿Te asustaste? ¿No querés? Haceme el favor, andate ¿Sí? Andate y andate bien.

Quiero paz, en veinte me va a dar sueño.

jueves, 1 de julio de 2010

jugando a frasear

Si la vida te invita a bailar no le digas que tenés novia.
Sentir lo que pensamos, pensar lo que sentimos... Cada obra debiera tener algo de nuestra propia inteligencia emocional.
La solemnidad es una pifiada interpretación de la vida.
Les gusto hasta que me gustan.
No son las personas las que nos hacen bien o mal, sino el vínculo que hay con ellas.
Lo lindo de la soltería es que los ojos están atentos al azar. Lo malo es que extrañás mirar la tele.